Ya conoceis mi pasión por saber idiomas. Ahora eso se lo estoy
trasladando a mis hijos. El nene es un poco más reacio, tiene sólo ocho añitos,
y está más pendiente del fútbol que de otra cosa. La nena sí. La nena es como
yo…facilidad e interés… no se puede pedir más. He retomado las clases de
francés, en las tardes de domingo de invierno. En el colegio ya hacen inglés, aunque no tanto como en otros colegios bilingües en este idioma……y yo creo que cuanto antes les introduzca
otro idioma mejor. Recuerdo que alguien
me dijo que se iban a hacer un lío con tanto idioma, pero yo sé que “el saber no ocupa lugar”, y ya
que me transformé de “ejecutiva ochentera agresiva” a “mamá del siglo XXI”, lo estoy aprovechando.
Mis hijos crecen multilingües igualmente. En el colegio, (y ya desde la guardería) ya tienen
castellano y catalán, y además estudian inglés. Pero mirad, entre tanta gente
sabiendo un inglés perfecto, yo conseguí un trabajo dentro del sector turismo,
por hablar mi inglés imperfecto, pero además hablar francés. Hay muchos
turistas franceses. No sé porqué no tiene tanta relevancia junto con el idioma
inglés, el idioma francés, en escuelas en general: guarderías, colegios,
institutos y universidades.
Las ventajas evidentes de ser bilingüe o multilingüe hoy en día son
obvias.
La primera y más importante para mí, es que hace que seamos más tolerantes y
abiertos a otras culturas. Eso de que “lo de uno es lo mejor” está ya muy antiguo….
Mis hijos en el colegio conviven a diario y juegan simultáneamente con
niños, cuyas familias proceden de, por
lo menos, cuatro continentes.
La segunda es la ventaja más práctica: van a tener más oportunidades
laborales. Ya no basta sólo con tener unos estudios. La economía mundial se ha
globalizado y en la educación que se imparte en los colegios se tiene que
trasladar este hecho con más idiomas.
Todos los colegios tendrían que ser colegios bilingües en inglés (¡por
lo menos!)
Y la tercera, pero también muy importante, es que cuando un niño crece bilingüe,
su inteligencia y creatividad se desarrolla más. No es lo mismo un niño que
crece con una imagen mental asociada a un sonido y una grafía a uno que no. Me explico: pongamos por ejemplo “mesa”.
La imagen mental sería la “fotografía” de la mesa en tu cerebro y la
grafía y sonido son la palabra “mesa” con sus cuatro letras puestas en orden: la
m, la e, la s y por último la a y su sonido al leerla.
Un niño educado bilingüe puede
tener la imagen mental de la mesa, pero lo disocia de la grafía “mesa”. Porque a
esa imagen mental pueden estar asociadas
las grafías: “una mesa”, “a table”, “una taula”, “une table”…. Ya tienen esa
mente abierta a que entren nuevas palabras, nuevos conceptos… quizá primero el
concepto o imagen mental, o a lo mejor primero la palabra (me refiero a la
grafía y el sonido asociado) La cuestión es aprender. Imaginad, este desarrollo
mental superior… de ser bilingüe, ¡posibilita el aprendizaje de más materias! Hay
estudios sobre el hecho de ser bilingüe con la educación y las conexiones
neuronales, pero ahí me quedo.
A mí me lo explicaron, y me pareció muy razonable, una gran ventaja
disociar desde pequeño las imágenes mentales o conceptos, de las grafías y los sonidos…
Lo dicho, ¡todos los colegios bilingües!
MAR SÁNCHEZ PADILLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
COMENTA AQUÍ