En el barrio del Perché de Málaga, vivía una vieja vizca viuda, que había llegado del pueblo hacía poco. Por aquel entonces los paisanos de la ciudad, acogían a los que venían del pueblo: para el médico, para papeles,,,, y ya de paso, se estaban una semanita....
Y allí estaba la vizca, en casa de la tía de mi suegra, por tiempo indefinido, en un pisito del barrio del Perché, viviendo con sus costumbres del pueblo.
Hacía...¡ Extraperlo!... Recibía huevos regularmente de la gente del pueblo que se los traía en el tren, y se estaban unos días ahorrándose la comida en casa de la tía de mi suegra.
Con los huevos hacía pollitos y los vendía.
Los incubaba en el sostén. Esos, esos de tela kilométricos. Cabían los huevos. Y los billetitos que sacaba y mandaba pal pueblo con los de los huevos.
Resulta que a ella le daba vergüenza verse tan cateta, en comparación con las costumbres finas y urbanas de la capital, y no le dijo lo de los huevos a nadie de la ciudad.
¿ Y que le pasa a la vieja vizca viuda cateta?
Pues que le da la pobre Agustina un jamacuco y se muere.
De cuerpo presente, ponen a la Agustina en la cama de matrimonio con la colcha nueva y llaman al cura.
Y todos a velar a la muerta. Rosarios, abanicos, horas....
- Inés, ... vamos a rezar a tu tía antes de ponerla en la caja...
- .......Con lo que la queria su hija, con lo que la quería su hijo, no somos nadie, habrá que avisar al pueblo, cuando la vestimos, espera que venga el cura.... plas plas plas plas (abanicos)...Adelina, ¿quieres un cafelito....?
Y llega el cura, con su sotana negra y su sordera....
-Ahiiiiiiiii!!!! ¡¡¡ Don Manuel!! ahiiiiiiiii, que mi tia que sa muertooooooo!!!!! dele usted la extremaunción, no se vaya al cielo mi tía con los pecaos..... ahiiiiiiiiii!!!!!
- Hija mía, Inés, dame un cafelito y un rosco, que estoy que me caigo.....
Y después del cafelito empieza su trabajo el cura...
- Ego te absolvo, Agustina....
Y van los pollos en ese instante, Y SE PONEN A NACER: PÍO, PÍO, PÍO....
- ... In nomine patri, fili, esperi santi.... hija mía, no se si soy yo o el murmullo de los ángeles que vienen por el alma de tu tía Agustina, pero... ¡Parece que estoy oyendo pollos!
-.......¡¿¿¿????!!!!... Inés.... ven pa la cocina.....
- Inés... ¡¡corre echa al cura!!, ¡¡que la Agustina ya nos la ha liao con el extraperlo!!, ¡¡que tenía los huevos en las tetas, y le han nacío los pollos!!!!
-¡¡¡¡Padreeeee!!! ¡¡ya no tenía más pecaos mi tíaaaa!! ...... con lo buena que eraaaa..... ¡ ande! Tómese en un santiamén otro cafelito aquí en la cocina, y pa casa.... que con estas calores usted tiene que estar fresquito en casa!!!
-¿Y no quieres que le rece a tu tía los dos rosarios que me quedan Inés? .....Oye, ¿ tu no oyes pollos?
-¿Pollos? ¡Ande Don Manuel ! ¡Que tiene usted el aparato que le pita! ¡¿pollos de qué?! ¡Ande! ¡Vuele pa su casa!, ¡Que después de la siesta le llamamos cuando usted haya descansao!
Con la venta de los pollos le compraron el traje de entierro a la Agustina, que se fue a la otra vida con sostenes nuevos.
Mar
Pues tiene gracia, a mí me ha hecho reir y, de paso, recordar esos personajes con usos y costumbres que parece de otro siglo pero... en realidad lo son, de otro siglo.
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