AMANECE EN EL SUR. Estos climas templados rondan la perfección. En mi sillón, leo. Escribo, tomo notas. Estoy en mi porche, después de la noche de vigilia. El trópico está cerca. Mis muebles de terraza coloniales delatan mi posición a los vecinos que se atreven a otear la media casita desde la calle.
África, grandiosa, humilde, rebelde, poderosa, inabastable. Inmensa. Mi espíritu, tan hondo, quiere abarcar lo inabarcable, lo pretende. Lo requiere, lo exige. Esta inquietud es breve, porque comprende lo inconmensurable. Porque comprende la grandiosidad, porque comprende como huele el aire. Porque comprende.
MOMENTO REAL
AMANECE EN CAMBRILS. Es otoño y ventea. Tengo los armarios hechos un caos porque el clima no se aclara y no he sacado aún toda la ropa de invierno. Tengo a mi niño viendo Barrio Sésamo, y estoy a punto de acabar la maleta. Nos vamos a Mataró, para celebrar el cumple de Abel. Desayuno café y tostadas, escribiendo esto y soñando con un momento africano así. Mi hija se ha despertado, y quiere rápido un biberón. Allá voyyyyyyyy…..
24 de octubre de 2009
MAR
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